Un viaje espiritual hacia la luz en la ópera "Pelleas y Melisande"

* La obra de Debussy se presentó en el 2º Ciclo de Ópera  en Video

RDDP-03.01

Culiacán, Sin., Sábado 22 de Agosto de 2015

No. 735

Una puesta en escena limpia, en un montaje modernista, con los mínimos elementos para ambientar las escenas, una pieza que transcurre como un sueño, con actuaciones precisas  y una orquestación lúcida, fue la esencia de la ópera Pelleas y Melisande, deClaude Debussy (1862-1918), presentada la tarde–noche del viernes en el Teatro Socorro Astol,  dentro del 2º Ciclo de Ópera en Video que lleva a cabo la Dirección de Compañías del Instituto Sinaloense de Cultura.

La versión es la producción de París en 2012, con la Orquesta y coros de la Ópera Nacional de París, dirigidos por Philippe Jordan, con un video grabado bajo la dirección de Robert Wilson, por supuesto en francés, y con subtítulos en inglés.

Actúan Stéphane Degout. como Pelléas; Elena Tsallagova como  Mélisande; Vincent Le Texier como Golaud;  Anne Sofie von Otter como Geneviève; Franz Josef Selig como Arkel; Julie Mathevet como Yniold y Jérôme Varnier como Un Berger, Le Médecin.

Se trata de la única ópera creada por Debussy, y se basó en las bases del movimiento en boga a fines del siglo 19, el simbolismo, con un lenguaje que apela más a los símbolos que al realismo en sí.

Basada en un libreto de Maurice Maeterlinck, la ópera Pelleas y Melisande está basada en la trágica historia de Paolo Malatesta y Francesca de Rimini, casada con el hermano de Paolo, que fue evocada poéticamente por Dante Alighieri en el Canto V de La Divina Comedia.

Con recreaciones de un bosque mediante tubos verticales, y el mar mediante cortinas que se mecen y al efecto de la iluminación aparentan el oleaje, la luna con un círculo láser proyectado contra el fondo, el montaje es atractivo, luces y sombras como elemento significativos,  la historia es fascinante, en su atmósfera íntima, que transmite en el oyente duda, anhelo y misterio.

La historia narra un triángulo amoroso entre dos hermanos (Pelléas y Golaud) que se sienten atraídos por la misma mujer (Mélisande). Amor, engaño, crueldad, violencia, demencia y muerte, son algunos de sus elementos, pero más allá de eso, todo es un símbolo de un viaje espiritual en busca de la luz, representada por Mélisande, que atrae a todos los hombres.

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