Con su espectáculo de improvisación, Marcovich cierra el Festival de la Guitarra

*Durante más de una hora, el Caifán mostró las infinitas posibilidades de la experimentación libre

 Culiacán, Sin.- Con su conocido espectáculo de experimentación de guitarra eléctrica y pedales de loops, el guitarrista y rockero argentino Alejandro Marcovich cerró este viernes por la noche  el XXII Festival y Concurso Internacional de Guitarra Sinaloa 2022, en el Teatro Socorro Astol del Instituto Sinaloense de Cultura, tras cinco días de actividades presenciales.

 El Festival fue clausurado por Rodolfo Arriaga Robles, director de Programación del ISIC, en representación de Juan Salvador Avilés Ochoa, quien celebró este regreso a las actividades presenciales, aunque con precauciones y felicitó a los organizadores, de la Fundación Cultural de la Guitarra A.C., por este esfuerzo que realizan desde hace más de 20 años y el cual los obliga como institución a apoyar estas expresiones del arte y la cultura.

 Por parte de dicha Fundación habló el guitarrista Daniel Camero, coordinador de las actividades académicas del Festival, quien hizo un resumen de las actividades realizadas, con actividades presenciales tras un año en medios digitales, y con un diplomado realizado en forma híbrida -presencial y en línea- además de un concurso en línea, con la esperanza del año entrante volver ya a la normalidad plenamente.

 A continuación, el guitarrista Alejandro Marcovich, ex miembro de la banda Los Caifanes y productor y arreglista en numerosas agrupaciones musicales, se presentó como solista con su espectáculo de improvisación pura con guitarra eléctrica y pedales de loops.

Marcovich, quien ha dicho que se inició en la aventura de la improvisación libre hace 20 años, con una pedalera y su guitarra en Nueva York, afirma que las posibilidades son infinitas y es una verdadera aventura en la que el público también se arriesga al explorar sus capacidades creativas, su sentido del humor, su sentido de la armonía, de la disonancia y del desarrollo de ideas.

Y ahí estuvo, dale que dale, como si estuviera afinando las cuerdas o explorando sonidos con cada uno de los pedales y dándole a la cuerda, repetitivo, por más de treinta minutos alguna vez y otro tanto en la segunda, dale con lo mismo, para finalmente cerrar muy a su estilo, con los acordes de "México lindo y querido" ante un público cada vez más reducido y, como lo ha expresado, para quienes gustan aventurarse.

Este es un programa público ajeno a cualquier partido político.

Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa.