Entre la irregular traza urbana del antiguo Real de Minas de las Oncemil Vírgenes de Cosalá, y enmarcada por los rojos tejados de su contexto, se yergue frente a la plaza principal la imponente estructura del antiguo Templo Parroquial de Santa Ursula. Construcción iniciada, según lo advertido en las notas de visita de Don Pedro Tamarón y Romeral entre 1759 y 1767, y concluida en el primer tercio del siglo XIX.
Fábrica de cal y canto, con un espacio concebido en planta de cruz latina, con crucero protegido por una cúpula gallonada, descrita dentro de un ovalo. La lectura barroca muestra menudamente en esta cúpula su código a través de los singulares gajos, saliéndose del común denominador en las bóvedas de los inmuebles religiosos. El interior de la nave lo cubren una serie de bóvedas de arista sostenidas por arcos torales, que descargan sobre las pilastras que se adosan al paramento interno de los muros de la nave.
La fachada principal expresa su temporalidad en los rasgos sencillos de su portada, limitada al sobrio enmarque del ingreso, con arco de medio punto sobre el que destaca una ventana, con arco escarzado y flanqueada por dos óculos octagonales. Ésta, la ventana que ilumina el coro, se engalana en su dintel por un resalto que va describiendo en la parte inferior, una línea sensiblemente mixtilínea, haciendo levemente hincapié en el lenguaje barroco.
En la fachada posterior se distingue un reloj solar, trabajado en cantería, con una barra de fierro forjado en el centro, con la cual marca la hora hasta el día de hoy.
En el ángulo formado por la intersección de los planos exteriores del muro de la nave y el basamento de la torre, se encuentra un elemento cilíndrico que aloja la escalera de caracol, conduciendo al coro y al campanario. Interesante propuesta de solución, al mostrar el acceso de la escalera hacia el atrio, y exenta del propio machón de la torre, cuando por lo común, el tiro de la escalera se construía embebido dentro de la misma base del campanario.
La torre-campanario, de evidente lenguaje decimonónico, se forma por dos cuerpos cúbicos con pares de arcos de medio punto, y un tercer cuerpo octagonal, de mayor envergadura que los inferiores. Todo culmina en una cúpula y su linternilla completada con cruz de fierro forjado.