El contorsionísmo de la Compañía Ebert Ortiz impacta en el Ángela Peralta

Festival Cultural Sinaloa 2016

RDDP-03.01

Culiacán, Sin., Sábado 22 de Octubre de 2016

Comunicado No.1113

* Con el espectáculo artístico Cruel el Festival Cultural Sinaloa 2016 casi llega a su fin en Mazatlán

Con gran éxito se presentó la compañía artística de Ebert Ortiz en Mazatlán con el espectáculo Cruel, fue el penúltimo evento a realizarse en Mazatlán dentro del marco del Festival Cultural Sinaloa 2016, que organiza el Instituto Sinaloense de Cultura, y que el día domingo 23 de octubre llega a su fin.

El típico sábado por la noche en la Plazuela Machado, parejas caminando de la mano y contemplando algunos puestos de vendimias, también el sonido de grupos musicales tocando en vivo en los restaurantes de alrededor, mientras el Teatro Ángela Peralta se preparaba para recibir a la Compañía Ebert Ortiz.

Se escuchó la tercera llamada y el gran telón tinto se abrió, la visión era nublada por una gruesa capa de humo, pero se podía apreciar en el centro del escenario un cuerpo tendido, sobre una mesa, cubierto completamete por una manta blanca. Así inició Cruel, un espectáculo inspirado en la creación del hombre, y en la relación del mismo con el Creador.

Las manos de un hombre contrastaban con el vestuario completamente negro. Él empezó a jugar con el cuerpo tendido como si fuera un títere. Los guantes blancos pasaron por las piernas, manos, brazos y cabeza de este ser en creación. Le dio un corazón, articulaciones y pensamientos, hasta que, poco a poco, el ser pudo moverse por sí mismo.

La iluminación jugó un papel muy importante en la coreografía, de los proyectores salían distintas figuras geométricas que enmarcaban el baile en tiempo y sincronía.

Cruel fue acompañado por música en vivo, exquisitas combinaciones de sonidos instrumentales estilo reiki junto a dos bellas voces que endulzaban el oído de los espectadores.

Con movimientos lentos e impresionantes contorsiones se fue contando una historia que proponía reflexión ante la relatividad de nuestro existir, lo divino y la incertidumbre del destino.

El diablo vestido de rojo entró en escena para darle un giro dramático a la historia, que mediante simbolísmos coreográficos muestra esa la lucha interna entre lo bueno y lo malo.

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