Evocan a "Ferrusquilla, Pedro y Lola", en las voces de Regina Orozco y Ricardo Rodríguez

* Acompañados por la OSSLA y el Coro de Ópera de Sinaloa, en el inicio de los festejos del 485 aniversario de la fundación de Culiacán

RDDP-03.01

Culiacán, Sin., Sábado 24 de septiembre de 2016

Comunicado No. 893

* El Teatro Pablo de Villavicencio lució un lleno total

Las figuras de los cantantes sinaloenses Lola Beltrán, Pedro Infante, y el cantautor José Ángel Espinoza Ferrusquilla, fueron recordadas en el concierto inaugural de los festejos del 485 aniversario de la fundación de Culiacán, con las voces de la reconocida actriz y soprano Regina Orozco, del tenor Ricardo Rodríguez y el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, dirigidos por el maestro Gordon Campbell, en el Teatro Pablo de Villavicencio, que lució un lleno total.

Además, se contó con la participación del Coro de Ópera de Sinaloa, que dirige el barítono Marco Antonio Rodríguez, con más de una veintena de canciones que esos artistas hicieron famosas a mediados del siglo pasado y que aún hoy en día se siguen cantando, frescas como el primer día, y a las que se añadieron algunos temas del Divo de Juárez, Juan Gabriel, recientemente fallecido.

Brevemente, los festejos de Culiacán fueron inaugurados por el Presidente Municipal Sergio Torres Félix, quien dio la bienvenida a las familias culiacanenses, acompañado por María Luisa Miranda Monrreal, directora general del Instituto Sinaloense, que está apoyando fuertemente estas fiestas con sus compañías y apoyo logístico.

Abrió la Orquesta con una versión orquestal de la pieza El tiempo que te quede libre,  para luego entrar al escenario Regina y Ricardo para cantar a dúo Cariño nuevo,  y seguir él con La ley del monte y ella con Échame a mí la culpa, todas de la autoría de Ferrusquilla.

En la parte romántica, Ricardo Rodríguez cantó Nocturnal (de José Sabré Marroquín); Enamorada, de Consuelo Velásquez Golondrina presumida, de Tomás Méndez), y Regina Orozco interpretó Gorrioncillo pecho amarillo y Golondrina Presumida, (de Tomás Méndez todas), y juntos cantaron Amorcito corazón, de Esperón y Urdimalas.

Entre cambios de vestuario y comentarios divertidos o picarescos, Ricardo Rodríguez recordó al Pedro Infante huasteco de las películas, con un popurrí de huapangos, como son La verdolaga y Tres consejos (de Rubén Fuentes), y Tu enamorado (de José Alfredo), mientras que Regina interpretó y provocó gritos de júbilo con Cucurrucú, paloma, y Paloma negra (de Tomás Méndez), que hiciera famosa Lola Beltrán. Juntos cerraron esta parte con Si nos dejan (de José Alfredo), que el público coreó desde sus butacas.

También, Regina cantó Amor eterno, de Juan Gabriel que, como suele pasar, provocó un silencioso respeto, quizás por el íntimo mensaje de la canción o por la reciente muerte de su autor.

Luego, la cosa se puso guapachosa cuando entraron algunos bailarines de danzas folclóricas para acompañar a Ricardo Rodríguez en el cha cha chá Adiós, Lucrecia (de Fernando Estéves), y Regina con Nana Pancha (de Federico Curiel), y cerrar juntos con Parece que va a llover (de Antonio Matas), todas popularizadas por Pedro Infante.

Y en la parte de los encores, cantaron Cien años (de Rubén Fuentes), El sinaloense (de Severiano Briseño), que repitieron una vez, y fue con la que cerraron, poniendo fin a una noche memorable, en la que los aplausos, los vivas y las declaratorias de amor del público hacia Regina Orozco menudearon.

Vale decir que los arreglos orquestales de todos estos temas fueron realizados por Samuel Murillo, violinista de la Orquesta y compositor originario de Guamúchil; Gonzalo Romeu, Francisco Cobián y Ethgar Gutiérrez, Ricardo Martín Jáuregui.

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