Carmen desata las pasiones en función de estreno en el TPV

*Brillan  compañías y solistas sinaloenses en la producción del ISIC

Culiacán, Sin., Viernes 24 de Abril de 2015

Tarjeta de prensa No. 349

*Aplauden culichis la apasionante historia de Bizet en el Teatro Pablo de Villavicencio

Fueron tres  horas y media llenas de bel canto, música, danza y escenas vistosas, durante las cuales el público se conmovió con la historia de Carmen y el desventurado Don José en la primera de dos funciones de la inmortal ópera Carmen, del francés Georg Bizet, la cual fue presentada la noche del jueves en el Teatro Pablo de Villavicencio, con la participación de solistas y compañías netamente sinaloenses, bajo la dirección concertadora del maestro Gordon Campbell.

La producción, realizada por el Instituto Sinaloense de Cultura dentro de su programa Sinaloa en Escena 2015, y con la presencia de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, presentó a la mezzosoprano guamuchilense Oralia Castro en el papel de la gitanilla Carmen, al tenor navolatense José Manuel Chu Reyes como el cabo Don José; a la soprano culichi Jéssica Loaiza como Micaela, y al barítono mazatleco Armando Piña en el papel del torero Escamillo.

El resto de los papeles fueron interpretados por los miembros del Taller de ópera de Sinaloa (Silvia Duhart, Alejandra Esqueda,  Carlos Arámbula, Daniel Gallegos, Jorge Echeagaray y Carlos Velázquez e Iván Valdez), mientras que miembros del Coro de la Ópera de Sinaloa dieron el toque vivaz a las escenas, y se tuvo una participación especial de los niños del Coro de la Orquesta Esperanza Azteca en Culiacán, al inicio, en la interpretación de la marcha de los soldaditos.

Aunque lo integran bailarines de danza contemporánea, los miembros de la compañía Danza Joven Sinaloa del ISIC supieron dar a las diversas coreografías el aire flamenco requerido, por lo que recibieron también su ración de aplausos.

Desde las primeras escenas, el escenario del teatro se llenó con coloridas escenas donde gente de pueblo (amas de casa, trabajadores, niños, soldados, contrabandistas, parroquianos de una taberna y otros) convivían en una plaza. Los telones fueron suplidos por proyecciones en video de escenarios de época o paisajes, según el lugar donde se desarrollara cada acción.

Fueron cuatro actos con tres intermedios durante los cuales fue muy aplaudida la figura avasalladora de Carmen, la gitanilla que no ama a nadie pero  de la que hay que tener cuidado cuando ama, y que ama la libertad por sobre todas las cosas, pero entendida esta como el no ligarse a disciplinas, horarios ni mandatos. Desde el principio, con la interpretación de la célebre Habanera, Carmen pone las cartas sobre la mesa, tras un primer pleito  en el que es arrestada y en cuyo arresto cautiva al cabo Don José, que para su desgracia y perdición cae en sus redes.

Poco a poco, las hebras de la historia se van desenredando; Don José es presa de los celos y de la desesperación ante los desplantes de la descocada gitanilla que, a decir de Escamillo, el torero, “sus amores no duran más de seis meses”.

En resumen, Don José accede a liberar a Carmen hechizado con el canto de la famosa Seguidilla, y se ven dos meses después del arresto en la taberna de Lillas Pastia, donde declara su pasión por la gitana, quien a su vez le pide que lo deje todo para irse a la montaña con los contrabandistas, a vivir en libertad.

Luego le sigue la noche en las montañas, reforzada con una imagen en video de la célebre pintura La noche estrellada, del pintor Vincent Van Gogh, en movimiento, y otra más, durante la lectura de cartas, de los signos del zodiaco girando con las estrellas y el presagio de muerte repetido 20 veces en las barajas de Carmen, mientras Don José se entrevista con su amiga de infancia y pretensa amada Micaela, quien le trae noticias de su madre en trance de muerte.

La riña con Escamillo, en la montaña, precipita el desenlace y, tras irse a ver a su madre, todos prometen verse en Sevilla, en la plaza de toros donde Escamillo es vitoreado campeón al son de la celebra pieza Toreador. Allí llega Don José a reclamar el amor de la gitana y al rechazarlo esta, es apuñalada poniendo fin a una pasión sin salidas ni esperanzas mientras una especie de coro griego canta las proezas de Escamillo en la plaza de toros, confrontado la muerte del animal con la de Carmen.

Luego, los aplausos del público que aguantó  a pie firme la larga historia de 3 horas más los intermedios y que, como novedad, tuvo algunos parlamentos hablados. A esta presentación asistió el director de ópera de Bellas Artes, Ramón Vargas, y la presidenta del Sistema Estatal DIF Sofía Carlón, así como María Luisa Miranda, directora general del Instituto Sinaloense de Cultura.

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