Este lunes 23 de febrero, Lectura en voz Alta en honor del poeta John Keats
* La cita es en el Laboratorio de la Palabra del Centro Centenario
Culiacán, Sin., Sábado 21 de Febrero de 2015
No. 115
El Instituto Sinaloense de Cultura rendirá un homenaje al poeta inglés y universal John Keats este lunes 23 de febrero, con motivo del 194º aniversario de su fallecimiento, con una Lectura en Voz Alta que se realizará a partir de las 19:00 horas en el Auditorio del Centro Sinaloa de las Artes, Centenario, con entrada libre a todo público.
El Laboratorio de la Palabra es un programa gestor de actividades promotoras de la lectura recreativa y reflexiva, diseñado y coordinado por Gustavo Enríquez y forma parte de los caminos alternos, recreativos y de búsqueda, que instaura y promueve el ISIC para colocarse al tono de las exigencias de las hiperactivas generaciones del mundo moderno, que a través de las nuevas tecnologías han dado un enorme salto al futuro.
Durante esa sesión de Lectura en Voz Alta se leerán los poemas: Oda a un ruiseñor, Amor piedad, La caída de Hiperión, Historia en versos, Bienvenida alegría, bienvenido pesar y La belle dame sansmerci.
John Keats (Londres, 31 de octubre de 1795 – Roma, 23 de febrero de 1821) fue uno de los principales poetas británicos del Romanticismo. Durante su corta vida su obra fue objeto de constantes ataques, y no fue sino hasta mucho después que fue completamente reivindicada.
La lírica de Keats se caracteriza por un lenguaje exuberante e imaginativo, atemperado por la melancolía. Keats tenía con frecuencia la sensación de trabajar a la sombra de los grandes poetas del pasado y sólo hacia el final de su efímera vida, cuando sentía cerca la oscuridad de la muerte, fue capaz de producir sus poemas más auténticos y memorables.
En su breve vida, John Keats abandona la cirugía para dedicarse a la literatura. Publica Endimión, mal recibida por la crítica. Su hermano, muere de tuberculosis, lo que le afecta profundamente y enfermo también de tuberculosis, se enamora de Fanny Brawne, que inspira sus poemas, recogidos en el volumen Lamia, Isabella, La víspera de Santa Inés y otros poemas: Hiperión, y su célebre serie de odas. Embarca a Nápoles, en la última posibilidad para sanar, pero muere meses más tarde. Es el más joven de los románticos británicos.