Nuevo y jubiloso concierto con la Orquesta y Coro Esperanza Azteca

Culiacán, Sin., Viernes 29 de Agosto de 2014

No. 832

Daren Craig dirige a los 200 integrantes en un programa cálido, accesible y emotivo que ofrecen en el Teatro Pablo de Villavicencio

Un nuevo y emotivo concierto con el programa: Un mañana para mejorar la vida de niñas desamparadas, ofrecieron los alrededor de 200 chicos de la Orquesta Sinfónica y Coro Esperanza Azteca Culiacán en el Teatro Pablo de Villavicencio del Instituto Sinaloense de Cultura,  donde ofrecieron una docena de piezas de grandes autores universales.

El concierto, que tuvo un costo de 50 pesos a beneficio de niñas en situación de calle en el país, congregó a un numeroso público que llenó el inmueble y mostró su entusiasmo con nutridos aplausos a lo largo del programa.

Bajo la dirección del maestro Daren Craig Weissfisch, de origen estadunidense, quien con su carisma condujo y motivó a los instrumentistas, niños y jóvenes de 6 a 17 años de edad, vestidos con camisas de llamativos colores (azul los del coro; verde, los de la sección de metales; amarillo, los de cuerdas; y rojo, los de percusiones).

Con la presencia entre el público de la Licenciada María Luisa Miranda Monrreal, directora general del ISIC, y del músico, Joel Juan Qui, coordinador de Vinculación y Proyectos Culturales del ISIC. El concierto  congregó a numerosas familias y público interesado en asistir al milagro de estos niños que, a dos años de ingresar a la agrupación, empezando desde cero, han logrado grandes avances en su aprendizaje.

Iniciaron en grande con el tema Oh Fortuna, de Carmina Burana, de Carl Orff, que  se escuchó imponente con el coro y orquesta, y continuó con la obertura a Finlandia, de Jean Sibelius, solo con la Orquesta, y luego con el Coro interpretaron las piezas Caricia sobre el océano (Caresse sur l’ Ocean) y Mira tu camino (Vois sur ton chemin), ambos de la película francesa Los Pequeños coristas, 2004) y de la autoría de Bruno Coulais.

Luego, la Orquesta tocó Terra Nova, de Richard Meyer, y siguió con el Coro en See, the Conqu’ring Hero Comes!, de Judas Maccabeus, de G.F. Haendel; y provocaron el entusiasmo con la famosa Marcha Radetzky, de Johann Strauss (padre), acompañada--como suele suceder-- por los aplausos del público, para luego interpretar Sinfonía (Trío en La menor), de G.P. Telemann.

Luego, Coro y Orquesta interpretaron la pieza Aleluya, del oratorio El Mesías, de Haendel, para cerrar con lo que es el segundo himno de esta tierra, el son El Sinaloense, de Severiano Briseño, en la que los niños cantaron, hicieron la ola, y el público les hizo coro, para al final estallar en aplausos.

Tras retirarse el director, no faltaron quienes pidieron “otra, otra”, y DarenCraig volvió para dirigir a medias, la Marcha Radetzky, para concluir definitivamente con el programa, que duró alrededor de una hora, y que fue una réplica a los que todas las Orquesta y Coros Esperanza Azteca del país se sumaron este día dentro de la jornada Movimiento Azteca, para recaudar recursos para dar esperanza a cientos de niñas desamparadas de las casa hogar de dicha Fundación.

{gallery}stories/2014/Fotografias/Agosto/29/02_Concierto_OSEAS{/gallery}