El Paxko Yoreme.

La visión del mundo yoreme manifestada por el sincretismo que los propios indígenas construyeron para satisfacer a sus “evangelizadores”,  los misioneros jesuitas. Muestra la influencia de esos dos mundos: el propio y el peninsular. Transformándose  mutuamente para adoptar una apariencia que encubre la ritualica originaria que aún se practica como permanencia oculta a los ojos del mestizo, del yori que producto de la conquista y evangelización no cree más en la antigua religión. En sus ritos, cantos y danzas, es predominante el papel que la naturaleza juega como proveedor de su mundo, el juya annia del yoreme lo es todo. Ello se manifiesta en el carácter que desempeñan los intérpretes de las danzas tradicionales como la del Venado, Pascola, Coyote o Pájaro. Su universo es un ámbito donde se canta a las flores, a las aves y a los venados. Todo esto satinado por  la influencia de la acción evangélica  que los jesuitas realizaron a partir de finales del siglo XVI, la fe católica se refleja en la devoción a determinadas imágenes religiosas: San Ignacio de Loyola, la Santísima Trinidad, San José, San Juan Bautista y San Luciano entre otros. Ambas influencias interactúan en una amalgama donde sus convicciones, tradiciones y la visión del mundo se expresan en la fiesta, en el Paxko yoreme.

El Paxko yoreme se expresan en los espacios rituales que la tradición a construido, perfectamente delimitados como el propio templo católico, la espadaña de horcones que tradicionalmente funge como  campanario, el espacio delimitado para y por el conti o procesión, donde también danzan los matachines organizados en cofradías; y sobre todo la ramada, donde se interpretan las danzas de pascola y venado organizados en las paradas de músicos tradicionales: de flauta y tambor, de arpa y violín, de jirukias (raspadores) y bajiponia (tambor de agua) que acompañan la ceremonia; los aposentos de los fiesteros donde a lo largo de la fiesta viven y preparan la comida para ellos, los visitantes y los participantes de las ceremonias. Es este pues el Paxko yoreme, donde la expresión cosmogónica del pueblo mayo manifiesta el música, rezos y danzas el juya annia.