Comparten vida y obra de Miguel Tamayo Espinoza de los Monteros en el Casino de la Cultura

Culiacán, Sin., Jueves 06 de Junio de 2013

Comunicado de Prensa 623

*Sus amigos Rosa María Peraza, Alicia Montaño y Rodolfo Arriaga encabezaron la memorable charla

Culiacán, Sinaloa. Con una emisión especial, el concurrido programa intelectual Huellas en la Historia, del Instituto Sinaloense de Cultura (ISIC), se congratuló en presentar la tarde de este jueves a un ícono ejemplar de la cultura en Sinaloa, el reconocido artista  Miguel Tamayo Espinoza de los Monteros, donde a través de entrañables anécdotas, se recordó su incansable vida artística, así como su obra de promotor y mentor cultural.

     La amena conversación, que tuvo por nombre Coro de Voces sobre Miguel Tamayo, fue presidida por un grupo de amigos del artista, conformado por la actriz y poeta Rosa María Peraza, la bailarina y maestra Alicia Montaño, y el dramaturgo Rodolfo Arriaga.

     Durante el encuentro, el cual se llevó a cabo en la Sala de Lectura de la Biblioteca Gilberto Owen del Casino de la Cultura del ISIC, familiares, amigos cercanos y amantes del arte y la cultura en general, se reunieron para escuchar las vivencias y aventuras extraordinarias sobre Miguel Tamayo, a quien a todo momento no dejaron de elogiar con aplausos y expresiones de cariño.

     La primera en hablar fue Rosa María Peraza, quien con su enérgica voz trajo al presente las grandes reuniones que se hacían en la casa de Don Miguel, las cuales le tocó vivir de chica, donde destacaban los análisis sobre cine, teatro, literatura, artes plásticas y visuales, por nombrar sólo algunas disciplinas, además de contar el viaje que realizo a Europa acompañando a Don Miguel Tamayo, en el que visitaron infinidad de museos.

     Mencionó también de manera especial que sin el apoyo, esfuerzo y dedicación de su querido amigo, no existirían hoy en día lugares de fomento y creación artística como la Casa de la Cultura de la Universidad (UAS), la Galería Frida Kahlo, ni tampoco el popular pintor mazatleco Antonio López Sáenz, hubiera concretado su primera exposición individual.

     Por su parte, la maestra de danza Alicia Montaño narró con gusto las imparables giras artísticas que compartió bajo la dirección de Miguel Tamayo, que gracias a su gran labor de promotor cultural, el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México les abrió sus puertas y escenarios para representar con pasión el arte de Sinaloa en la capital del país.

    

     El siguiente turno en la plática fue para el dramaturgo Rodolfo Arriaga, quien compartió entusiasmado la llegada de Don Miguel a Culiacán, en 1953, y a raíz de su presencia en el Estado, cómo es que el teatro dio un cambio radical y permanente en lo que correspondió a la escenografía escénica, representada físicamente con objetos reales y muy bien montada, y que gracias a él, Culiacán se nutrió en las artes teatrales con el arribo de Óscar Liera.

     Además dejó en claro que el nombre y la persona de Miguel Tamayo Espinoza de los Monteros es en la actualidad un referente artístico obligado para todo aquel que se esté iniciando en las bellas artes sinaloenses y nacionales, ya que ha sido un detonador imprescindible de movimientos culturales muy importantes en la región.

     Posteriormente, Don Miguel platicó a su numeroso público sobre el desayuno en el Samborn’s de los Azulejos de México donde conoció a Emilio “El Indio” Fernández, quien a partir de ahí el director mexicano entabló una fuerte amistad de mucha confianza con él, tanto así que de cariño le decía “Tamayito”, y cómo fue a la vez que gracias a tal camaradería éste le presentara a María Félix durante el rodaje de la película Enamorada.

     De igual manera, narró con placer las añoranzas de antaño que sostuvo con su amigo el muralista y pintor mexicano Diego Rivera, enseñando a la vez a los asistentes un cuadro que le obsequió el exitoso artista mexicano en forma de agradecimiento por su sincera amistad.

     Se obsequió entre la audiencia un libro que contiene la colección fotográfica completa del antiguo Culiacán, imágenes las cuales fueron tomadas por Miguel Tamayo Espinoza de los Monteros  en el transcurso de las décadas en su faceta como fotógrafo.

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