Un bailongo sinfónico con la Única Internacional Sonora Santanera y la OSSLA

* Ponen a bailar a todos con su ritmo, su son y el sonidazo de ambas agrupaciones

P - 17 Jun 2017 Concierto Santanera Sinfonico 11

Culiacán, Sin., domingo 18 de junio de 2017

Comunicado de prensa No. 613

“Tienen ustedes una gran orquesta, con la que más a gusto nos hemos sentido… sin ensayar más que  15 minutos, logramos acoplarnos perfectamente” expresó uno de los vocalistas de la Única Internacional Sonora Santanera,  casi al término del concierto y prácticamente baile sinfónico, en la que departió con la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes.

Organizado por el Instituto Sinaloense de Cultura, para reunir fondos para sostener las cinco orquestas y coros infantiles que operan en la entidad, el concierto atrajo a muchas personas ya mayores pero también a jóvenes que estuvieron bailando sin parar.

En el Salón 53, bajo la dirección del maestro Bernardo Quesada, la Sonora Santanera que, a 62 años de fundada sigue lidiando con la piratería, cantó sus éxitos más memorables, como La boa y Perfume de gardenias, con las que abrió y cerró, entre los aires sinfónicos aportados por la orquesta, con un público que aplaudió y vitoreó cada una de las piezas y, a partir de la tercera, irresistiblemente rompió el baile.

Los aires sinfónicos de la Orquesta, muchos de la autoría de Carlos Colorado, dieron un nuevo cariz a los temas sensacionalmente bailables de la agrupación, y cautivaron al público que, en los introitos, se dedicó a escucharlos  y en cuanto entraba la Sonora, ambas agrupaciones ponían el ambientazo en el amplio salón,

No hubo momento de descanso –acaso el breve intermedio-, el público no dejó de bailar o, por lo menos, de mover los hombros en sus asientos, sobre todo los tristes que no llevaron pareja.

Te digo adiós, El mudo, Estoy pensando en ti (lo último de Agustín Lara), Hilos de plata (como regalo a padres y abuelos presentes), Noche inolvidable, y el tema Mi razón, con que abre la película Bellas de noche y que encajonó a la Sonora Santanera en los ambientes sórdidos de barrio, y Musita, para cerrar la primera parte con un tema instrumental.

La segunda parte fue otro repaso por los éxitos de la Sonora, con Sombrita de cocales, y una dedicada especialmente a los hombres maltratados por sus féminas, Congoja, para continuar con Urge,  y la esperada Bómboroquiñáquiñá, de aires caribeños.

Provocó una gran ovación con Luces de Nueva York y le siguió con Amor de cabaret, Tita, y Dónde estás, Yolanda, en cuya introducción brilló con luz propia el concertino de la Orquesta, William Harvey, con un solo que puso chinita la piel de los presentes, y lo premiaron con una ovación al final.

Se despidieron con A muchos años, un tema dedicado a los miembros de la Sonora Santanera que han fallecido y que dejaron gran huella, pero como el público no permitió que se fueran, obsequiaron con La Boa y Perfume de gardenias, otra vez, y entonces sí, bailaron hasta los que estaban renuentes.

Previamente ofrecieron una conferencia de prensa, en la que hablaron de sus proyectos y de su cambio de nombre para distinguirse de otras bandas que lo han usurpado, en tanto sigue el juicio en los tribunales.

“Hemos perdido mucho dinero en tribunales por ese uso indebido, pero nosotros tenemos los trofeos, los Grammys, los diplomas, los discos de oro, y cuando quieran ir a verlos, a la ciudad de México, están las puertas abiertas… Afortunadamente, trabajo no nos falta y ha habido hasta para los piratas”.

Se mostraron contentos por estar en Culiacán, retomando este programa con la OSSLA y prometieron grabar estos temas sinfónicos en futuro disco, y que esté bien cuidado.

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